miércoles, 29 de febrero de 2012

Descubridora

He decidido centrar mi existencia en aquellas vidas que me hacen falta. Y, os diría que no sé por qué Alejandra ha sido mi primera candidata en el pódium de esto del querer, pero realmente sí soy consciente del motivo: ella es la magia de mi persona. Me descubrió, literalmente. Me fabricó el alma a mi medida y por eso no caigo. Todo lo puso en su sitio para mantenerme en pie en las adversidades o calmas más extremas. Trazó en el aire mi forma física para alimentarla de la espiritual. Sopló a todo pulmón y directas a mi corazón, unas ansias por imaginar que hoy nacen de mi estómago en cada sueño. En cada proyecto. Cosió a mi espalda unas alas suficientemente grandes para volar por cada día que necesitara despegar a mundos creativos. Pasionales. Fabricó un Sol intenso dispuesto a colarse entre mi mirada cada mañana de mi vida. Deshizo los hielos de nuestro planeta temerario para regarme un espíritu demasiado perdido. Demasiado seco. Nunca demasiado floreado tras su paseo por mi ser. Creó los sentimientos más auténticos que hoy afloran en mi piel de la mejor de las maneras. Pegó a sus pies mis miedos más profundos para, con un bonito baile de su figura, deshacerlos en la tierra. Pintó de los colores más notables mis movimientos e, inspiró con la fuerza de su presencia, las palabras que de mi garganta pronuncio y que todos leéis. Escucháis. Melodía a mi alrededor compuesta por su parpadear.

Es una enamorada de la vida. Fuerte con quienes desean escucharla, una creadora de felicidad, un tipo de persona que llega a miles de almas, que ha vivido una vida plena y sin ambiciones vanas porque sus verdaderas necesidades son espirituales. Es una mujer noble y leal, así como un ser capaz de ver la belleza y la verdad allí donde otros no la advierten. Es una de esas personas especiales que pueden encauzar a otros por caminos realmente profundos. Es de aquellas que saben que, si quieres llegar a la cumbre, sólo las estrellas pueden servirte de escalones...


Ella dice que mi interior está repleto de muchas mujeres que no dejan de sorprenderla… y, realmente, Alejandra fue la encargada desde aquel Marzo que la conocí, de haceros ver la Mujer Salvaje que tanto adoro tener pegada a mí… de ser yo misma. La mirada más auténtica y certera que os pueda dedicar, viene de su mano.
Dadle las gracias. Por mi descubridora, hoy por hoy el Lucía no es sólo un nombre.

Te quiero tanto, Burbu… tú me has enseñado a hacerlo.

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