martes, 7 de febrero de 2012

Amor en guerra

Dices que necesitas paz, que algo como esto acabará volviéndote loco. Sí. No te arrebato razón, puede que la tengas... sólo que mis sentimientos van por otro camino. Cuentas lo cansado que estás.
Paz.
Y tus palabras tatuadas en la espalda. Mi espalda. Puedo recordar cómo andábamos a susurros y corríamos a gritos. Cuando volcábamos frenesí sobre sedas y desgarrábamos la piel con sudor. Pienso en miradas de furia y de incomprensión. En terremotos por angustias y tormentas por anhelo. En mareas calmadas por tu voz y libertades por nuestra presencia. En el máximo de mí y el mínimo de ti. Elevado sentimiento. Baja razón. En tus grandezas... y mis pequeñeces. En agonías y tristezas profundas. En aquel silencio con tanto ruido... y en aquel ruido con permanencias de bocas cerradas.
Creo en la veracidad de aquello que se mueve, en la autenticidad de aquello que nunca muere.
Sí, estás buscando paz...
...pero también rechazando vida.

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